Manos de mujer a la obra

Es creciente la participación femenina en el mercado de trabajo, así como la continuidad de sus trayectorias laborales, el número de horas dedicadas al trabajo remunerado, así como su aporte al ingreso familiar y a la superación de la situación de pobreza de un porcentaje importante de hogares.

Sus tasas de participación se han incrementado notablemente, así como sus tasas de ocupación (que han aumentado en proporción bastante superior a la de los hombres en la última década). Aunque persistan fuertes diferencias en las tasas de participación de las mujeres según los niveles de ingreso de los hogares de que provienen, siendo un hecho conocido que estas son bastante inferiores entre las mujeres más pobres y con niveles más bajos de escolaridad, es en ese estrato (de las mujeres más pobres) que las tasas de participación laboral se han incrementado más acentuadamente en la última década. Como resultado, se han reducido tanto la brecha de participación de las mujeres con respecto a los hombres, como la brecha de participación de las mujeres más pobres con respecto a las tasas promedio de participación femenina.

La incorporación de la mujer al mercado del trabajo tiene efectos sobre los recursos y conformación de los hogares. En primer término, se produce un incremento en el número de trabajadores por hogar, y de esta manera los ingresos familiares. Entre 1987 y 2003, el número de ocupados por hogar creció en el país en alrededor de 8 por ciento (1,45 en 2002 frente a 1,34 en 1985), situación que responde a que hay más mujeres trabajando remuneradamente. Segundo, y más importante, la creciente participación laboral de la mujer contribuye a la creación de hogares a tasas más rápidas que el crecimiento de la población.

Actividades:

En una hoja milimetrada realiza un gráfico de puntos con los datos descritos en la tabla, utilizando diferentes colores para cada tramo de edad.